Doncellas de extraordinaria belleza, de irresistibles encantos que recorren los canales del archipiélago, a diferencia de la Pincoya de la cintura hacia abajo tiene forma de pez lo que decepciona a los hombres que se acercan atraídos por su gran belleza, al alejarse estos debido a su parte de pez la Sirena llora. Entre sollozo y sollozo les cuenta su desgracia y fatalidad, seducidos entonces por los hechizos de la Sirena son llevados por esta al fondo del mar, al palacio donde habitan, desde donde los hombres no pueden volver a su antigua vida, recibiendo a cambio riquezas inmensas.
En la noches de luna, las Sirenas se posan sobre los roquerios, donde peinan sus cabelleras con peines de oro y cantando canciones de amor, para así atraer nuevamente a otro marino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario